martes, 23 de noviembre de 2010

HABLALE A TUS PIEDRAS U OBSTACULOS!



 

COALICION APOSTOLICA Y PROFETICA

 DE REDES Y MINISTERIOS AGUILAS DE DIOS

Edificaos  sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la Principal Piedra del Angulo JESUCRISTO mismo (Efesios2/20

 HABLALE A TUS PIEDRAS
PASTORA TOKME
 
Números 20:7-8 "Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias."

 Para Dios nos hay nada que sea difícil, ni imposible. Cuando nos falta alguna cosa, tenemos alguna necesidad de algo, Dios nos dice: "Habla a las Piedras". Cuando faltó el agua, Dios le dijo a Moisés que hablara a la peña. Las peñas o las piedras, en lo espiritual representan los obstáculos que impiden que alcancemos lo que deseamos o lo que nos hace falta. Lo grande y maravilloso de Dios, es que EL puede suplirnos de aquello que necesitamos a través de los mismos obstáculos que no  nos dejan avanzar.

"Habla a las Piedras".  Según el diccionario la palabra peña se define de la siguiente manera: "Piedra grande sin labrar, según la produce la naturaleza. Monte o cerro peñascoso. La que está adherida naturalmente al terreno. Sustancia mineral, más o menos dura y compacta, que no es terrosa ni de aspecto metálico."

Cuando al pueblo de Dios en el desierto de Zin le  faltó el agua, Dios le dijo a Moisés que le  hablara a la peña. Las peñas o las piedras, en lo espiritual representan los obstáculos que impiden que alcancemos lo que deseamos o lo que nos hace falta. Lo grande y maravilloso de Dios, es que EL puede suplirnos de aquello que necesitamos o nos hace falta, por medio de esos mismos obstáculos.

"Habla a las Piedras".  Las peñas o las piedras, son aquellas cosas que nos detienen, que no nos dejan avanzar. Son los autolímites que nos ponemos nosotros mismos o nos imponen otras personas. Son los miedos. Son la duda y la incredulidad.

"Habla a las Piedras".  Las peñas o las piedras son las cosas que consideramos imposibles. Nos imaginamos a Moisés, parado frente a esa gran masa de piedra y  dispuesto a hablarle, como Dios le había ordenado, sabiendo que al hacerlo iba a salir agua para beber todo el pueblo, más de tres millones de personas y todas las bestias. Te imaginas, tu y yo, parados frente a la peña, a los obstáculos, a lo que nos detiene, parados frente a lo que nos falta, frente a lo que necesitamos,   parados frente a lo que nos limita, a lo que nos produce miedo, parados frente a nuestros imposibles  y  hablarles? Si, has imaginado bien, porque eso vamos a hacer hoy, le vamos a hablar a la peña.

Las peñas o  piedras pueden ser la falta de dinero que quiere quitarnos la libertad y nos angustia. La falta de salud que produce dolor y nos roba la vitalidad. La soledad  que quiere condenarnos a vivir aislados y en depresión. 

Para ese padre llamado Jairo, la peña  era  su hija que había enfermado y "Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente."

Juan 5:35-36. "No temo, creo solamente, hablo a la peña…"

La peña para un grupo de pescadores, era la falta de éxito en su profesión  Cuando Jesús terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

"Lucas 5:4-7  "Mas en tu palabra, hablo a la peña…"

La peña para Pedro, era no tener dinero para pagar ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Le dijo Jesús: Ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás una moneda de oro; tómalo, y dáselo por mí y por ti." Mateo 17:24-27

Tengo libertad financiera para cancelar mis deudas, hablo a la peña…"

La peña para una mujer incrédula, era la muerte de su hermano Lázaro "Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

 Juan 11.21-26 "Creo y sé que todo es posible,  hablo a la peña…"

La peña para una madre viuda, era su soledad  Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo Jesús: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre."

Lucas 7.14-15  "Me levanto y  comienzo a rodearme de gente buena y amorosa, hablo a la peña…"

Hoy  háblale a la peña y dile:

Con Tus propias palabras..................                


 

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